Quizá en algunos momentos de la vida tuviste y tengas dudas sobre ti mismo, tus talentos, habilidades, destrezas y/o dones que recibiste del universo, de tu clan familia, origen e historia de vida; que eso ocurra puede resultar algo "normal", puede ocurrir a muchas personas.
Ahora las dudas justamente son la resultante del miedo, son aquello que cual velo se coloca para no ver el fondo; ellas cubren algo más importante, la razón por la cual nos detenemos; el miedo.
Ya antes han planteado, los que conocen sobre el origen del miedo, que las inseguridades nacen de los vínculos establecidos con las figuras de primer orden parental, esquemas mentales y estilos de crianza que generalmente están cargados de juicios que nos dejan ya cargados de dudas para el desarrollo de nuestra existencia.
¿Cómo es que la seguridad nace del vínculo? Porque es justamente la seguridad que los adultos ofrecen a los niños la que les forma, entonces si este nivel de seguridad no es tal, si la calidad del vínculo es poco o nada operativa resultará en la adultez de aquel niño que el nivel de consciencia sobre si mismo, sobre quien es, lo que cree es capaz o no de hacer, lo que necesita y lo que desea; quedará cubierto por la duda.
Entonces se hace necesario, en algún momento dejar de evitar y afrontar el miedo, volvernos reflexivos, buscar en el adentro las respuestas que siempre han estado ahí, tan cerca que durante mucho tiempo no se notaron; conviene para ellos cuestionarnos, si esto te está sucediendo, preguntarte ¿A qué tengo miedo? Y realiza lo que yo aquí... escribir.
El miedo no es una emoción mala o dañina, simplemente es una emoción, que en muchos casos resulta favorable, gracias al miedo podemos cuidarnos de situaciones realmente dañinas y de circunstancias que nos expongan a peligro, entonces podemos comparar al miedo con algún buen amigo, con el que cual en algún momento te molestas pero luego calmado vuelves a estar bien, aceptándolo.
Algunas formas que tenemos para vencen el miedo que nos paraliza y se interpone entre nosotros y nuestro crecimiento, sueños, metas; es perder el temor a equivocarnos, quienes son perfeccionista e inflexibles hacia si mismos presentan una mayor dificultad a la hora de perder el miedo a equivocarse, dejar que el árbol nos impida ver el bosque no es algo que realmente apoye, hacernos conscientes de que errar es circunstancial y que todo aprendizaje tiene su base en la experiencia, pues sino realmente no se da el aprendizaje; resulta fundamental para poder avanzar.
Hay cosas que sólo se pueden resolver pasando a la acción, al hacer, hacer cosas; pequeños movimientos, que aunque pequeños nos impulsen a seguir adelante, rompiendo nuestros propios patrones y esquemas mentales rígidos, es hora de otorgarle flexibilidad al pensamiento, un reto diario mantener nuestros pensamientos en positivo y día con día darle mejor calidad. Con ellos y en forma progresiva las dudas, el miedo y la inseguridad perderán su fuerza y se disiparán.
Entonces en paralelo comenzará un proceso donde invertir en ti será una constante, hacer cosas por y para ti, que generen mayor bienestar, hacer terapia, modificar tus hábitos, ejercitarte, alimentarte sanamente, dormir mejor, plantearte retomar un hobby, dará como un árbol de frutos, el creer en ti, en tus habilidades, destrezas y Dones.
DUDA DE TI...
Y haz que se transforme en seguridad.
INVIERTE EN TI...
No existe mejor fuente que tú mismo / a.
CREE EN TI...
En tu potencial, poder, fuerza, habilidades y destrezas.
Feliz día.
Lcda. Isvethdaniela Acosta.
Psicóloga
MSc. Orientación de la Conducta
#psicología #capacitación #crecimiento #educación #aprendizajes#emociones #bienestar #creatividad #desarrollo #conductas #consciencia #amorpropio #actitudes #psicoterapia #reflexiones #clínica
Sígueme también en Instagram
@espaciopsicologicocm