martes, 24 de septiembre de 2019

Alguna vez les ha pasado qué.


Alguna vez les ha pasado qué, quieren hacer algo, saben que ese algo lo hacen bien, conocen sobre aquello y desean mostrarlo a los demás, cuentan con los recursos mínimos necesarios y muy importante, tienen las ganas y el ímpetu para desarrollarlo y llevarlo a cabo.

Quizá poco conocen de sí mismos, por lo menos en forma plena consciente, sin embargo, eso no les detiene y de repente como “de la nada” salta una duda, un pensamiento cuasi automático no identificado que dice "no se" y establece justo ahí los tan invasivos “pero_ me faltó esto”, “mejor lo cambio”, “quitó esto”, “mejor eliminó”, “agrego, borro, agrego, elimino esto y aquello una y otra vez. Un ejemplo de esto, yo misma; antes de permitirme, de darme el permiso de ser libre y escribir para ustedes, paso un montón de tiempo, y es que pensaba en que quizá el contenido no es lo suficientemente bueno, que puede parecer ridículo, no va a gustar, se van a burlar, resultará algo poco o nada relevante, interesante e importante para los lectores, un montón de pensamientos e ideas se quedaron en la nada debido a cosas como esa.

Y esto puede que ocurra a muchos otros, no sólo a mí, no sólo a usted, quien por algún motivo hoy se detuvo a leer estas líneas, muchas veces pensamos en lo que van a pensar y sobre todo en lo que van a decir los demás, es terrible pensar en eso, pues genera mucha ansiedad; y esto cabe para cualquiera sea la actividad que se esté realizando, escritos, vídeo, imagen; me refiero muy puntualmente al medio digital que hoy en día se mueve con gran rapidez permitiendo una forma de comunicación mucho más movida, tanto como _viral_.

Resultado de imagen para persona pensando

Todo ese montón de cosas, directamente nos limita y si bien es cierto, no existe una fórmula única para que el “qué dirán” deje de interesarnos; lo resolutivo puede radicar quizá en mirar, identificar, reconocer, y haciendo el llamado insight; mirar internamente procurando darte cuenta de quién se es, qué es lo que deseas, cómo es la energía que mueve ese deseo de hacer y mostrar a los demás, sin olvidar el ¿para qué? de aquello que se quiere hacer.

Si existe una única verdad, esa es que nadie sabe nada de nosotros mismos, de nuestras capacidades, desatinos, aciertos y errores, como nosotros mismos. 

La gente, los demás, los Otros, quizá siempre van a tener algo que señalar, ese algo puede ser positivo o no necesariamente deba ser siempre así o constructivo, a muchas personas se les da más fácilmente el señalar inquisitivamente y criticar en forma destructiva, les es fácil decir que hubiesen hecho ellos para que quedara “mejor” porque suponen que pueden hacer mejor.

¿Entonces cuál será la forma de darte a ti mismo más valor? Confiar, hacerlo y lanzarte, es justamente el hacer las cosas, lanzarnos, probar, equivocarnos y aprender, lo único que va a darnos cada vez mayor seguridad en nosotros, en eso que hacemos, lo cual permitirá ampliar la propia visión de las cosas, en donde podremos ver en perspectivas distintas todo lo que guarde relación con lo que estamos haciendo.

Cuesta sí, y hay que hacer que no nos importa; los demás son libres de pensar y decir como quieran, lo que deseen, cuando persigan hacerlo; así como también lo somos nosotros, de lo contrario siempre estaremos mirando al Otro, a la espera de; y el asunto de que no importe el qué dirán, no es como cuando se tiene jaqueca, toma una pastilla y en efecto pasa. Esto es un aspecto mucho más interno de nuestra forma de pensamiento, del nivel de auto exigencia que hacía nosotros mismos tengamos y que además está condicionado por lo que “vayan a pensar los demás”.

Si comenzamos a modificar la forma en la que se está pensando, entonces estaremos más seguros de nosotros mismo y las opiniones de los demás serán sólo eso, opiniones. Por lo cual, no tendrán siempre un peso negativo en lo que estemos haciendo, porque de ellas podemos tomar lo que nos sirva para mejorar y lo que no sirva, simplemente es de déjalo a quien pertenece, la persona que lo dijo.

Una vez más, ¿Qué hay que hacer? _Hacer, justamente eso, hacer. Haz tus escritos, vídeos, grabaciones, haz siendo consciente del _Para qué_, siendo consciente de ti mismo en esa actividad que desarrollas y haz como desees, cuando tengas el ánimo, hazlo como quieras y comparte con entera responsabilidad.

Eso es lo que hay que hacer, lanzarte pese a todo el miedo, temor o dudas que se tengan.

Hacer y ¡plum! se fue. Y después ver, esperar y ver qué sucede, ese resultado va a permitir dos cosas: Primero, notar que gusta y que no gusta y en función de ello replantear la actividad. Y segundo, mostrarnos a nosotros mismos, que realmente somos capaces, que tenemos ciertas habilidades y conocimiento para compartir en forma respetuosa y responsable, sin pretender que debe per se, ser algo de agrado para los Otros.

Me gustaría leerlos y conocer sus opiniones sobre este tema.
¡Gracias!

Lcda. Isvethdaniela Acosta
Psicóloga - MSc. Orientación de la Conducta